En la movilización de una persona dependiente con una grúa de transferencia, es importante que ésta se realice con la mayor suavidad y espacio posible. Por este motivo es deseable tener en cuenta la morfología del usuario, su peso, y la situación de la transferencia a la hora de elegir tanto el arnés como la percha o brazo de elevación.
En este artículo queremos describir y compartir los elementos esenciales a considerar para elegir correctamente la percha de elevación a montar en una grúa de traslado.


Ancho de la percha

A la hora de valorar y escoger el tipo y tamaño de la percha, debemos considerar el ancho de los hombros del usuario; la percha debe tener aproximadamente la misma longitud.

En el caso de que la percha fuera demasiado estrecha, el usuario podría sentirse comprimido e incómodo durante la elevación, y además su respiración podría verse afectada.

Si, por el contrario, la percha fuera demasiado ancha, existiría el riesgo de que el usuario se mueva hacia adelante dentro del arnés, ya que las correas estarían dispuestas en un ángulo demasiado grande hacia fuera. Este punto es especialmente importante tenerlo en cuenta en situaciones de elevación y traslado de niños y adultos poco corpulentos.


Puntos de sujeción de la percha

Otro aspecto con una influencia significativa en la comodidad y situación del paciente durante la elevación es el tipo de percha utilizado:  de 2 o de 4 puntos de sujeción.

La percha de 4 puntos es, en una mayoría de situaciones, la opción que consideramos más recomendable, atendiendo a la seguridad y comodidad del usuario.

La percha de 4 puntos ayuda a que el usuario consiga una posición más reclinada y más cómoda, consiguiendo así que la cadera esté más abierta y que el pecho se expanda, mejorando la respiración durante la elevación.

Con este tipo de percha también conseguimos que los soportes de las piernas estén más alejados de la zona interna de los muslos, más espacio alrededor y encima de la cabeza del usuario, y un alcance más sencillo para sujetar los bucles del arnés a los ganchos de la percha.

Este tipo de percha es especialmente adecuado para personas con cuadros clínicos de mucho dolor o con enfermedades reumáticas y neuromusculares. También para pacientes bariátricos, o cuando hay que levantar a un usuario que ha caído al suelo, ya que este tipo de percha se acerca más al suelo que la de 2 puntos.

Una percha de elevación de 2 puntos se recomienda para las situaciones de elevación que requieran un levantamiento "más cerrado" del paciente debido a que tenga un tono muscular bajo, o también cuando la altura de elevación es limitada.

Percha de 8 puntos: Este tipo de percha se utiliza para elevaciones horizontales combinada con la sábana de reposicionamiento o con un arnés-camilla.
La percha de 8 puntos es particularmente útil para realizar transferencias horizontales entre dos superficies en posición supina. Si se combina con la barra de equilibrio, permite ajustar la posición horizontal del usuario.


Junto con la elección del arnés adecuado, es importante elegir bien la percha que escogeremos para cada situación de elevación, tanto para la seguridad como para la comodidad del usuario.  Hemos querido compartir algunas situaciones y ejemplos para ilustrarlo; pero nada reemplaza el análisis y diagnóstico individual que el cuidador responsable del usuario realice en cada momento. Es el profesional mejor conocedor de las circunstancias particulares de cada momento.


Xavi Gay
Fisioterapeuta CilFiCat 10183
Especialista en ayudas técnicas y movilización
xavier.gay@karinter.com